Milos, un destino griego que nada tiene para envidiarle a Mykonos o Santorini. Melos, como también se la llama, es una pequeña isla volcánica perteneciente al mar Egeo, en el archipiélago de las Cícladas.
Sin embargo, quienes la visitan la describen como un paraíso, en donde los distintos fenómenos geológicos la fueron moldeando hasta hacerla conocida como la "isla de los colores", debido a sus espléndidas y múltiples superficies.
Es posible que la gran mayoría no relacione "volcanes" con "paraíso", pero lo cierto es que Milos ostenta más de 70 espectaculares playas de arenas finas, o bien con piedras, pero con irresistibles atractivos náuticos fomentados por aguas increíblemente cristalinas.
Milos, un destino griego que nada tiene para envidiarle a Mykonos o Santorini.
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Así y todo, la isla también ofrece cultura e historia. Por ejemplo, aquí se encuentra la famosa obra Venus de Milo, una estatua esculpida en mármol en el año 100 A.C. O bien, visitar las catacumbas, consideradas las más importantes del mundo luego de las de Roma. En tanto, Milos se divide en siete pueblos principales.
Plaka, la capital de la isla, es considerado el más blanco, literalmente. Allí pueden encontrarse numerosas tabernas, restaurantes, callejuelas, plazas y tiendas de artesanías. Otro pueblo recomendable para visitar es Mandrakia, un pequeño pueblo de pescadores que se caracteriza por una arquitectura tallada en rocas alrededor del puerto.
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