Aínsa, un pueblo medieval que se caracteriza por tener la sencillez de poseer dos plazas y dos calles: la Calle Mayor – llamada también Gonzalo I – y la de Santa Cruz, que convergen al sur de la Plaza de San Salvador y al norte de la Plaza Mayor.
En 2018, Aínsa fue elegida Capital del Turismo Rural por sus atractivos históricos, naturales y arquitectónicos.
¿La razón? Porque todo su conjunto urbano, que se desarrolla sobre una loma, mantiene el mismo estilo que hace más de mil años, generando un clásico ambiente medieval capaz de encantar a quienes visiten este único y tan peculiar rincón.
En tanto, la Plaza Mayor es considerada una de las más bonitas de toda España, sin exagerar. Su diseño y estructura, de trapezoide formado por restos de una antigua muralla, ofrecen un sitio ideal para tomar un café rodeado de casas de piedra, que invitan a la imaginación de los viajeros a hacer de las suyas en un lugar de este tipo que tal vez recuerde a muchas series o películas.
Asimismo, muy cerca de allí se puede apreciar la Iglesia de Santa María, un templo romántico que data del siglo XI que posee un solitario claustro y una llamativa cripta. Junto a la torre del campanario, de más de 30 metros de altura, se forma un edificio sumamente interesante y plagado de historias.
Y si se habla de historia, entonces no se puede dejar pasar la Casa Latorre, un museo que guarda y exhibe piezas de las tradiciones y costumbres de los antiguos pobladores, como objetos de alfarería, hojalatería, carpintería, cestería y herrería, entre otros.