Es el último de los cinco pueblos que conforman el parque nacional Cinque Terre y se trata, sin lugar a dudas, de unos de los pueblos más bonitos y pitucos de la región. Como dato, fue uno de los lugares de donde se inspiró el director para llevar adelante la célebre película Luca, de Disney.
En la provincia italiana de La Spezia, en la región de Liguria, se encuentra el más oriental de los cinco pueblos de Cinque Terre: Riomaggiore, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a su particular belleza y a la historia que guarda.
El pueblo, de poco más de 1.700 habitantes, se caracteriza por ser ordenado y limpio, por contar con varias casas coloridas incrustadas en la montaña que se extienden desde lo alto hasta la orilla del mar y por poseer un pequeño embarcadero que le impregna aún más encanto.
Si bien está lleno de atracciones, hay algunas que son dignas de destacar por su belleza arquitectónica, cultural o natural.
La Iglesia de San Juan Bautista, por ejemplo, se ubica en la parte superior del pueblo y data del año 1340. Su construcción atrae todos los flashes y juega un importante papel en la vida social de los habitantes del lugar. Además de misa, claro, congrega a su alrededor a niños jugando y parejas que pasan su tiempo charlando y una gran cantidad de turistas que se hacen presentes para inmortalizar los fascinantes paisajes de la costa italiana.
El castillo, llamado “Castellazo di Cerricó”, es otra atracción digna de visitar. Se trata de una fortificación que data del siglo XIII conformado por una base cuadrilátera de la cual se elevan dos murallas con dos grandes torres circulares. Su interior es utilizado para realizar diversos eventos culturales, artísticos y educativos.
El Oratorio dei Disciplinati, el de San Rocco y el santuario de nuestra señora de Montenero son otros lugares cercanos a los cuales se pueden acudir para aprovechar la visita.
