Los Diaguitas llamaban a Tafí del Valle
A aproximadamente 107 kilómetros de la capital tucumana, se encuentra Tafí del Valle, uno de los destinos más paradisíacos de Argentina. Quien los observe podrá apreciar inmediatamente un vasto paisaje verde y marrón cortado por un cielo azul.
Tafí, que se ubica por encima de los 2000 metros sobre el nivel del mar, posee un clima que permite ser visitado durante cualquier época del año.
Si bien durante la última década se convirtió en un destino turístico por excelencia, sus cerros aún poseen el misterio de su cultura y origen aborigen. Viejos caminos de tierra, obras que rinden homenaje a distintos personajes de la historia.
Tafí ofrece actividades como cabalgatas; mountain bike por sus cerros y senderos; kayak y canotaje en el dique La Angostura; trekking; degustación de comidas regionales y artesanías, entre otras. Y, si se prefiere, se puede recorrer las diversas calles empapadas de historias y tradiciones.
Picnics al aire libre son una postal típica. Las caminatas o el simple hecho de apreciar el panorama desde alguno de sus tantos miradores también son una excelente opción.
Además, durante cada febrero se realiza la Fiesta Nacional del Queso, un producto reconocido como símbolo de la localidad. Y, durante Semana Santa, se da la presentación de la Vida y Pasión de Dios Hombre, otro imperdible evento tafinisto.
Los Diaguitas llamaban a Tafí del Valle «pueblo de entrada espléndida». Y no estaban equivocados. Solo hace falta visitarlo para comprobarlo.
Foto: El Tucumano
