Si bien Laponia se trata de una región geográfica de Europa del Norte compartida por Noruega, Rusia, Suecia y Finlandia, se destaca la porción de territorio perteneciente a este último país debido a su desarrollo en infraestructura para aprovechar un fenómeno majestuoso: las auroras boreales.
Si a un desconocido se le contara sobre Laponia, rápidamente lo asociaría con la tierra de Papá Noel, donde los bosques y páramos nevados se pierden en el horizonte para conformar un escenario mágico y de enorme belleza natural.
De hecho,en Rovaniemi existe un pequeño y simpático cuartel que funciona como “sede” de Santa; se encuentra abierto durante todo el año a excepción, claro, de aquel día anual donde debe salir a repartir regalos al resto del mundo.
Allí, incluso, pueden observarse manadas de huskies y renos viviendo en completa libertad, aprovechando las blancas planicies para brindar una oportunidad realmente única que permite observar estas hermosas especies en su hábitat.
Laponia es sinónimo de contrastes, y su clima también lo demuestra al ser excepcional y hacer parecer que en realidad existen 8 estaciones en vez de 4, ya que cada una se divide en otras dos que generan paisajes inigualables.
Se recomienda visitar la zona en invierno, ya que las colinas se cubren de nieve tan espesa que los árboles se inclinan por el peso, dando un paisaje increíble que se complementa a la perfección con el silencio único que existe, dando, sin duda, una experiencia inolvidable.
Este rincón finlandés es, literalmente, uno de los más envidiables del planeta gracias a que el fenómeno que se presenta es casi exclusivo.
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Lo curioso es que la noche nunca alcanza a ser completamente oscura, ya que existe una tenue luz azul que le otorga aún más misticismo al lugar. En tanto, el turismo se nutre, claro, de las magistrales auroras, que se pueden experimentar también en iglús de vidrio ante un imponente y brillante cielo que prometen impregnarse en la memoria de las personas.
“Kaamos”, como se llama localmente a la noche que duran meses, está acompañada también por gélidas temperaturas que alcanzan los 30 grados bajo cero, propiciando ambientes ideales para la práctica de deportes como el sky, el turismo en motonieve, flotar con guías sobre el hielo de algunos ríos o paseos en trineo.
Una zona del planeta tan particular da lugar, por supuesto, a un museo particular. Ese es el caso del Museo Provincial de Laponia, perteneciente a la universidad homónima y donde se exhibe la historia de buena parte de Finlandia complementando a la vez su historia con leyendas que se dan en la región por su especial singularidad.
Sea como sea, Laponia es uno de los lugares más fascinantes del planeta donde se pueden apreciar las famosas auroras rodeado de naturaleza plena. Una experiencia inolvidable.