A 282 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca se encuentra Tinogasta, una ciudad que no es solo la puerta de acceso a los altísimo volcanes andinos, sino que también forma parte del histórico y reconocido camino denominado la Ruta del Adobe.

Tinogasta se caracteriza por preservar prácticamente vírgenes las zonas de montaña. Además, con sus antiguos edificios, bodegas, termas y naturaleza agreste, se ofrece como el lugar ideal para adquirir conocimiento sobre el pasado de la región, practicar el turismo minero y visitar valiosos sitios arqueológicos como lo es la antigua ciudad de Watungasta.

Entre sus principales atractivos se destaca la Ruta de los Seismiles, que lleva a la Cordillera a encontrarse con volcanes inmensos y que, junto a la Ruta del Adobe, permite conocer las capillas y ruinas precolombinas.

La ciudad y sus alrededores también propone realizar un city tour por los museos e iglesias; el oasis bajo riego del río del Valle del Abaucán también ofrece visitar bodegas y probar sus variedades de vinos artesanales; mientras que cerca de la ciudad también se puede disfrutar de las termas al aire libre en La Aguadita, La Higuerita, Laguna Verde, entre otras tantas.

Durante los últimos años, Tinogasta no solo se presenta como un excelente atractivo histórico que ostenta de posibilitar la visita a la Ruta del Adobe o de los Seismiles, sino que también ha mutado al turismo y se ha transformado en un punto de interés para personas que deseen conocer la cultura de la región y maravillarse junto a panoramas simplemente espectaculares que regala la naturaleza.

Foto: Turismo Catamarca

La Ruta de los Seismiles y la del Adobe son dos de los principales atractivos de esta histórica ciudad.