Mauricio se encuentra a unos 800 kilómetros al este de Madagascar, parte del continente africano. Es un pequeño país con enormes bondades para ofrecer a quienes se aventuran a visitar un verdadero paraíso salido de películas.
Si bien geográficamente es pequeño, la nación insular es mundialmente conocida por su belleza natural, las extensas plantaciones de caña de azúcar, sus majestuosas montañas costeras, playas de arena blanca, lagunas de agua transparente y una exótica combinación cultural de regiones indias, africanas, británicas, francesas y chinas.
A diferencia de su pariente, Seychelles, Mauricio comprende una isla principal en vez de diversas islas desparramadas en una franja. La capital, Port Louis, es animada, bulliciosa y sumamente entretenida. En tanto, las playas gozan de una inmensa tranquilidad y áreas exclusivas para la práctica de buceo en un entorno mágico que permite hasta nadar con delfines.
Además, debido a la gran importancia de los arrecifes - posee el tercero más grande del mundo - existen varias áreas protegidas que garantizan aguas prístinas y coloridas por la fauna marina, permitiendo también la práctica de deportes acuáticos con total normalidad.
Nadie se resiste a enamorarse de Mauricio, una isla de origen volcánico que se elevó por encima del nivel del mar hace millones de años. En la actualidad, al ser un centro turístico tan importante, ofrece lujosos hoteles y complejos que se adaptan a todas las demandas de entretenimiento y literalmente brindan un asiento en primera fila hacia el imponente y bello Océano Índico.
