Este pequeño poblado se encuentra en la provincia turca de Mugla, en el extremo oeste del país y a casi una hora en avión de Estambul. Inicialmente era un pequeño poblado, siendo su principal monumento el Halicarnaso, a comienzo del primer milenio a.C.
Una curiosidad: el célebre historiador, escritor y filósofo Heródoto nació aquí.
Por más tranquilo que pueda parecer, también es uno de los núcleos nocturnos más importantes de la región, combinando naturaleza e historia a través del pasado persa y del Imperio Otomano, que dejaron un legado cultural que aún perdura al día de hoy a través de las costumbres.
Bodrum es, sin lugar a duda, uno de los lugares turísticos más importantes de toda Turquía, elogiado por viajeros de todas las edades y nacionalidades.
La zona se caracteriza por pequeñas mezquitas, casitas blancas y lujosos yates que llegan al puerto, dotando con una esencia particular a este poblado que lo distingue de cualquier otro destino de Medio Oriente.
Como sucede en muchos otros lugares del mundo, en Bodrum una de las mejores prácticas para conocerla a fondo es perderse, es decir, visitar cada callecita y local que ofrecen un contacto con la cultura local.
La región en donde se encuentra es ideal para disfrutar de la naturaleza y de quienes buscan evitar el turismo masivo, logrando encontrar sitios que aún no han sido explotados en su totalidad y que ostentan poseer una gran oferta de relajación y tranquilidad.