Su capital, declarada Patrimonio de la Humanidad, es uno de los destinos españoles más añorados por turistas de todo el planeta. Naturaleza, historia y una movida vida nocturna son algunas de las cosas que ofrece una de las islas más conocidas del mundo.
Ibiza, con 572 kilómetros cuadrados de superficie, en el Mar Mediterráneo y situada al este de la Península Ibérica, se postula como un núcleo de entretenimiento y belleza natural ideal para disfrutar durante cualquier época.
La isla en sí está compuesta de otros cuatro municipios: Santa Eulària des Riu, Sant Josep de Sa Talaia, Sant Antoni de Portmany y Sant Joan de Labritja, cada uno con distintas propuestas y posibilidades que garantizan diversión y cultura.
Ibiza, la capital, es conocida globalmente por sus aguas azules y templadas, playas y paradisíacas calas. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999 por su inmenso valor histórico, cultural y arquitectónico; cuenta con la fortaleza costera mejor preservada del Mediterráneo.
Dalt Vila, el núcleo Ibiza, se destaca por contar con un gran número de callecitas y monumentos tales como el Castillo o la Catedral. Es escenario también de un cruce de culturas que comenzó hace siglo que en la actualidad es foco de conciertos, ciclos poéticos y diferentes actividades y exposiciones que se desarrollan a lo largo de todo el año.
Los restos fenicios de Sa Caleta, en Sant Josep, y la necrópolis del Puig des Molins, forman parte de los bienes declarados Patrimonio de la Humanidad, aportando según la organización un testimonio excepcional de la urbanización y de la vida social de las colonias fenicias en el Mediterráneo occidental.